Es autor del volumen de la Biblia conocido como el Libro de Jeremías. Se le atribuye a él la autoría de los libros de los Reyes y del Libro de las Lamentaciones. La labor de Jeremías el profeta fue llamar al arrepentimiento al reino de Judá y principalmente a los reyes Josías, Joacim o Joaquim y Sedecías o Sedequías, debido al castigo impuesto por Yahvéh de que serían conquistados por los caldeos si no volvían su corazón hacia Dios. Su vida como profeta se caracterizó por soportar con una férrea entereza los múltiples apremios y acusaciones que sufrió a manos de estos reyes y de los principales de Israel, desde azotes hasta ser abandonado en estanques o encerrado entre rejas.